viernes, 17 de diciembre de 2010

UN CASO PRÁCTICO



Una bombilla tradicional de 100 W (que cuesta unos 0,6 euros) proporciona la misma luz que una lámpara de bajo consumo de 20 W (unos 9 euros).
Si están encendidas unas cinco horas diarias, su consumo eléctrico a lo largo de un año, proporcionando las dos la misma luz, será:
100 W x 5 horas/día x 365 días = 182.500 Wh
20 W x 5 horas/día x 365 días = 36.500 Wh
En el recibo eléctrico nos facturan por kilovatios hora (kWh). Suponiendo que el kWh cuesta 0,14 euros: 182.500 Wh x 0,14 euros/kWh = 25,6 euros
 36.500 Wh x 0,14 euros/kWh = 5,11 euros
En un año la lámpara de bajo consumo nos ahorra 20,49 euros. Por otra parte, las lámparas de bajo consumo duran 8 veces más (8.000 horas) que las bombillas convencionales (1.000 horas).
El gasto de ambas en 8.000 horas de vida útil de la lámpara de bajo consumo es: 20 W x 8.000 h x 0,14 euros/kWh = 22,4 euros
100 W x 8.000 h x 0,14 euros/kWh = 112 euros
El ahorro total son los 90 euros ahorrados en las factura eléctrica más otros 4 euros por las siete bombillas convencionales que tendríamos que haber comprado, ya que éstas no suelen durar más de 1.000 horas. Además evitaremos la emisión a la atmósfera de casi media tonelada de CO2.
Mucha más información e ideas de cómo ser más eficientes en la "Guía práctica de la energía : consumo eficiente y responsable". Es gratuita y se puede descargar o solicitar en la web del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Eficiencia Energética (IDAE). Os adjunto un enlace para acceder a la publicación.   





miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cómo ahorrar con lámparas de bajo consumo

Desde el punto de vista económico, cuanto menos luz artificial se use mucho mejor, pero no siempre es posible prescindir de ella. Los hogares y los lugares de trabajo tienen que estar bien iluminados, evitando así que los ojos trabajen en exceso.
La cantidad de luz que proporciona una bombilla se mide en lúmenes (lm) y la potencia eléctrica que consume se mide en vatios (W).
Las bombillas de incandescencia de toda la vida consumen bastante energía, y por eso hace años que las fluorescentes, mucho más eficaces, reemplazaron a las bombillas tradicionales en las cocinas. Son más caras, pero también duran mucho más tiempo.
La baja eficiencia energética de las bombillas incandescentes y halógenas se debe a que la mayor parte de la energía eléctrica que consumen la transforman directamente en calor, y no en luz. Por eso se calientan más que las fluorescentes.
En el siguiente enlace podrás conocer la mejor opción de sustitución de lámparas incandescentes.


http://bit.ly/dMHEUH